
- Flexibilizar el mercado de trabajo, para reducir la temporalidad y facilitar formas de organización más flexibles.
- Poner en marcha una reforma fiscal que incluya la reducción del impuesto de sociedades que además de favorecer la actividad empresarial haría nuestro país más atractivo para las inversiones extranjeras.
- Plantear el futuro de las pensiones.
- Incentivar el ahorro a largo plazo y, en especial, el ahorro previsión.
- Liberalizar sectores como la energía y la distribución comercial para lograr una economía más competitiva y luchar contra la inflación.
Una vez tirada la piedra, sin esconder la mano se espera una respuesta del Gobierno, a la que, desde casi todos los ámbitos se le piden soluciones estructurales a la crisis, ya que las tomadas hasta ahora no se corresponden con lo que se necesita: me refiero a los 400 €