Como emprendedor, en el momento que te surge la idea, aunque no seas del todo consciente, debes tener en cuenta que tienes el 100% del riesgo, y que a medida que vayas trabajando sobre ella, y cada paso que vayas dando, te darás cuenta que ese riesgo se va a ir reduciendo al mínimo posible; no vas a llegar al 0%, ya te lo confirmo.
El caso es estar preparado para que tomes decisiones acertadas, manteniendo bajo control ese riesgo con el objetivo de que las posibilidades de éxito crezcan y para eso te traemos estos 40 consejos para emprender de forma segura:
- Define tu estrategia. Casi todas las empresas que cierran durante el primer año cometen el mismo error, carecen de estrategia, e incluso es peor, ya que creen que sus errores están en otras partes de la empresa. Sin estrategia estás muerto.
- Planifica. Resérvate un tiempo para planificar, que el día a día no te consuma, ya que necesitas tiempo para ver qué sucede en tu empresa y ver hacia dónde vas.
- No pierdas de vista la productividad. Eres tu propio jefe y puede ser que no tengas empleados, pero igualmente debes preocuparte por ser lo más productivo posible. No pares de organizar y priorizar tareas y finalmente: ¡hazlas!
- Se disciplinado y si lo necesitas constrúyete rutinas que te permitan avanzar un poco cada día. Si quisieras escribir un libro de 100 páginas el pensamiento lógico sería escribir 4 hojas diarias para acabar en 25 días, pues eso.
- Se constante y pertinaz, debes ser capaz de tener un perfecto equilibrio entre la cabezonería y la paciencia para ejecutar perfectamente aquello que has pensado.
- Aprovecha el tiempo y no te engañes a ti mismo. En este sentido hay que recordar que no importa tanto la cantidad de tiempo dedicado, sino la calidad del mismo intentando que éste se aproveche al máximo.
- Se honesto. No existe el mejor camino y más seguro que la honestidad con los demás y contigo mismo, es un buen camino recto hacia el éxito.
- Evalúa previamente tus cualidades y aptitudes como emprendedor. Toda persona que se plantee abrir un negocio debe siempre autoanalizar sus aptitudes personales y grado de cualificación profesional, si el resultado no es satisfactorio debe pensárselo antes de seguir.
- Escucha a todo aquel que te pueda aportar y ayudar a mejorar, utilízalos y deja que todos contribuyan a la excelencia: colaboradores, familia, empleados, clientes, etc.
- Focaliza. Preocúpate de lo importante en cada momento. Un ejemplo claro de esto es cuando el emprendedor se empeña, cuando va a crear su empresa, en focalizarse en los trámites que tiene que hacer y se despreocupa totalmente de lo importante: su modelo de negocio.
- Exígete lo extraordinario. Lo mediocre no sirve, en cada cosa que hagas como emprendedor debes tender a la excelencia debiendo cuidar hasta el mínimo todos los detalles.
- Desarrolla tu oferta apuntando a tu público objetivo, busca dicho nicho y hasta que no estés seguro de que existe un mercado real no te lances.
- No te olvides de situar siempre al cliente en el centro de todo lo que hagas, de todo lo que pienses. El existir de tu empresa es por él y sólo para él. Cuando este pensamiento de cliente como el foco de tu empresa te salga natural tendrás mucho camino ganado.
- Recuerda que el mercado no es como tú. No me canso de decirlo, pero siempre el mal emprendedor se equivoca y cree que los gustos de las personas que componen un mercado son como los suyos. Error.
- Crea verdaderas experiencias para tus clientes. Dale a tus clientes lo que quieren, de la manera que quieren, cuando lo necesitan, ni más ni menos.
- Vigila a los clientes insatisfechos pero sin obsesionarte, ya que, por ejemplo, una mala opinión en Internet puede ocasionar daños irreparables si no se actúa adecuadamente.
- Controla tu cashflow, y es que una mala gestión de tu tesorería es lo que te hará cerrar en el corto plazo aunque estemos hablando de un negocio rentable en el largo, para esto haz buenas previsiones de tesorería donde no se te olvide ningún pago para que esté todo bajo control.
- Exígele a tu banco. Si hay algo que el emprendedor no hace habitualmente y debería hacer es comportarse como un verdadero cliente exigente con quien maneja su dinero, el banco, y es que habitualmente nos conformamos con un pésimo servicio que como empresarios no nos podemos permitir.
- Crea tu propia lista de KPIs, mide y controla. Lo que no se mide no se puede mejorar.
- Ofrece calidad. Es la única manera de crear una empresa competitiva, y es que lo de competir en precios está bien, pero tiene poco recorrido. Genera satisfacción continua en tus clientes.
- Mantén un equilibrio entre lo que hagas online y offline. Como bien debes saber los extremos no son buenos, y todo lo que sea que los esfuerzos y recursos estén descompensados entre estos «dos mundos» te pude provocar problemas.
- Si tienes local, realiza un buen estudio de localización donde determinemos cuál es la mejor zona en función del público objetivo al que te vas a dirigir. No hacer encajar estas dos premisas a la perfección hará, por ejemplo, que aunque veamos pasar a muchas personas por delante de nuestro local, ya que hemos elegido una zona concurrida, puede ser que estas no entren al no tratarse de nuestro público objetivo: hay gente pero no nuestra gente.
- Haz pocas cosas pero muy bien hechas, normalmente las personas con éxito al menos saben hacer una cosa mejor que casi todo el mundo que les rodea.
- Ten un modelo de negocio, no una idea. Tienes que asegurarte que has hecho perfectamente la transición de tener una idea hasta definir un modelo de negocio que te muestre claramente cómo ganar dinero con tu empresa.
- Olvídate de la teoría pura y dura. Modelos de negocio, startups, Canvas, plan de negocio, clientes potenciales, trámites y un largo etc. asaltan al emprendedor todos los días. El emprendedor se pierde entre tanto concepto y se desvincula de la realidad perdiendo verdaderamente el enfoque que necesita y éste se resume en esta frase: enséñame la pasta.
- No te olvides que es más importante la empresa y el producto/servicio que el propio emprendedor. Como emprendedor es importante el papel que juegas, pero no debes ser el centro de atención, un cliente compra un producto o paga por un servicio porque éste es bueno, y no porque el emprendedor es chic y está a la vanguardia, normalmente, es al revés, al emprendedor el reconocimiento le llega después del éxito de su empresa, no antes.
- Sé diferente en algo. La diferenciación es fundamental y lo importante es que encuentres lo que te hace diferente de tus competidores: encuentra el valor añadido.
- Aprende de los errores. Ya que te vas a equivocar aprovecha la experiencia y aprende de ella. Lo mismo, en el momento en el que estás saboreando el fracaso, no te das cuentas pero la lección que estás aprendiendo en ese momento te salvará en el futuro.
- No te olvides de que también tienes una vida. Todo no es la empresa y cuanto más rica sea tu vida fuera de ella más creativo y más fuerzas tendrás para hacerla crecer, así que cultívate y cuídate lejos de tu negocio también.
- Domina el core de tu negocio. Teniendo claro que es el núcleo del negocio, es decir, aquel conjunto de actividades que te definen en el mercado y que por tanto te harán competir. Pues bien, lo primero que debes entender es que uno de los principales motivos del fracaso y una regla que debes cumplir es no subcontratar nunca el core de tu negocio, si te ves obligado a ello ni te molestes en empezar.
- Rodéate de gente válida, ya sea de socios, alianzas o empleados que cubran todas tus carencias y que te aporten valor.
- Que el comercio electrónico no te despiste, sobre todo si hablamos de un emprendedor medio o un negocio tradicional, ya que si bien está claro que el comercio electrónico es una buena oportunidad para algunos sectores, algunas empresas o algunos proyectos de emprendedores, para otras, de momento, como lo emprendedores rasos, muchas veces no supone más que una quimera que los despista.
- Gasta poco. Cuanto más prudente seas en el gasto y más controles tus costes, sin que esto suponga una merma en la calidad, más posibilidades de éxito tendrás.
- Fíjate un sueldo porque de algo hay que vivir y que tu negocio cubra gastos no significa nada si en ellos no está incluido lo que tú vas a ganar como emprendedor, parece obvio, pero a veces nos olvidamos.
- Hazte un plan de negocio, o «algo parecido» adaptado a tus necesidades, y es que aunque hacerlo no te va a garantizar el éxito, te puede dar una buena idea de cómo serán tus siguientes pasos, obligándote a escribir y revisar todo lo que tienes en la cabeza.
- Desenamórate de tu idea y ya veremos. Y es que si eres un emprendedor enamorado de tu idea no sirves, ya que como cualquier persona mal enamorada, tienes una venda en los ojos, solo ves las bondades y no lo malo de tu idea. Si comparas tu idea con otras, la tuya te parecerá la mejor aunque no lo sea, pudiéndote llevar a defender lo indefendible incluso al fracaso.
- Haz preguntas pero queriendo escuchar la respuesta. Debes ser inteligente para preguntar pero mucho más para soportar la respuesta aunque no te guste escucharla y, sobre todo, analízala y saca conclusiones.
- Controla el miedo al fracaso. Los mejores emprendedores de la historia son los que han fracasado muchas veces, hasta que al final, les ha llegado el éxito.
- Se flexible. Eres emprendedor y la adaptabilidad, la velocidad de reacción, la cintura y la flexibilidad de tus movimientos es parte importante y va a ser lo que te acompañe hacia el éxito. Si tú no eres rápido tu competencia sí.
- Y por último, tienes que ser feliz con lo que haces, si no es así en algún momento te saturarás y afectará a los resultados de tu empresa y es que el mismísimo Henry Ford dijo: «Un negocio que no hace otra cosa más que dinero es un negocio pobre”.
Vía > Génesis seguros