El 25 de diciembre pasado, como si fuera un regalo, se publicó la Ley 04/2008 por la que se suprimió el Impuesto sobre el Patrimonio. En 2009 no habrá que presentarlo. En realidad, se trata de una bonificación del 100% lo que equivale a que desaparezca esta figura impositiva, si bien se mantiene en vigor la normativa reguladora. Con esta medida, aproximadamente un millón de contribuyentes se ahorrarán 1.800 millones de euros. Se trató siempre de impuesto polémico por cuanto, aunque afectara a rentas medio-altas, al fin y al cabo lo hacía a aquellos bienes que ya habían sido gravados. Era gestionado por las CCAA.
Por lo demás, esta Ley trae también otros cambios diversos como la posibilidad de acogerse al régimen de devolución mensual en el IVA, incentivos fiscales para las actividades de transporte por carretera o modificaciones en el Impuesto sobre Operaciones Societarias.