Saber cuánto dinero pedir al banco para emprender es una de las dudas más comunes entre los emprendedores que están a punto de lanzar su empresa o quieren expandirse, abrir nuevas líneas de negocio o internacionalizarse.
Calcular bien esta cantidad es fundamental para evitar problemas financieros y asegurar que la financiación cubra exactamente lo necesario sin generar deuda innecesaria.
A continuación te explicamos cómo calcular la cantidad exacta que debes solicitar al banco, paso a paso, evitando errores y justificando que cada euro que vayas usar sea necesario.
¿Qué características debe tener la cantidad a solicitar?
La cantidad que solicites al banco debe ser justa y necesaria, ni más ni menos de lo que realmente necesita tu proyecto. Recuerda que el dinero tiene un precio, el tipo de interés, por lo que pedir de más puede encarecer el proyecto innecesariamente.
Se trata de lograr un equilibrio entre:
- Cubrir todas las necesidades reales de inversión.
- Contar con un margen prudente para imprevistos.
- No comprometer la viabilidad futura del negocio con cuotas elevadas.
¿Qué pasos debo seguir para calcularla?
Paso 1. Determinar la inversión inicial en inmovilizado
Empieza por hacer un listado detallado de todos los elementos necesarios para abrir tu negocio hasta el día de su puesta en marcha. Sé exhaustivo.
Ejemplos habituales de inmovilizado:
- Obras y reformas del local.
- Rótulo, mobiliario, expositores.
- Fianza de alquiler.
- Ordenadores, TPVs, maquinaria.
- Vehículos de empresa.
- Costes técnicos: ingeniero, arquitecto, licencia de apertura y tasas.
- Publicidad de lanzamiento.
- Gastos de gestoría y constitución.
Para llevar a cabo este paso solicita presupuestos reales de todos estos conceptos. Esto no solo evitará sorpresas, sino que además te servirá como documentación justificativa ante el banco. Por cierto, no olvides incluir los impuestos correspondientes (IVA o IGIC).
Paso 2. Calcular la necesidad de stock o mercancía inicial
Debes estimar el volumen de mercancía o materiales necesarios para poner en marcha tu actividad y garantizar cierta continuidad en las ventas.
Para esto puedes seguir una de estas tres estrategias de cálculo:
- Llenar el local con el stock mínimo viable (si no es perecedero).
- Asegurar suministro para uno o varios meses.
- Cubrir una temporada completa (en caso de negocios estacionales).
Este cálculo debe estar alineado con tus previsiones de ventas y rotación de stock, ya que afectará directamente a tu tesorería.
Paso 3. Estimar los gastos fijos del primer año
Haz una proyección de gastos mensuales, aunque no tengas aún ingresos. Esto te permitirá identificar el capital que necesitas para cubrir el arranque de la empresa.
En los gastos fijos debe incluir:
- Alquiler del local.
- Nóminas y Seguridad Social.
- Suministros (luz, agua, internet…).
- Servicios externos (asesoría, software, seguros…).
- Publicidad y marketing recurrente.
Elabora un plan de tesorería mensual y haz un test de estrés simulando tres o 6 meses sin ingresos y calcula cuánto necesitas para resistir ese período. Este resultado te dará la cantidad de circulante que deberías incluir en tu solicitud de financiación.
¿Y ahora? Estrategia para presentar la operación al banco
Una vez que tengas la suma total de los pasos anteriores, es decir, de inversión en inmovilizado, stock inicial y capital circulante, ya tendrás claro cuánto cuesta poner en marcha tu empresa. Pero no siempre debes pedir todo ese importe al banco.
Cofinanciación: ¿Cuánto debes aportar tú?
Aquí entra en juego la cofinanciación.
En la mayoría de los casos, el banco espera que el emprendedor aporte una parte del capital. Aunque algunos proyectos consiguen financiación total, lo habitual es que el banco cubra entre el 70% y el 80% de la inversión, y el resto lo pongas tú como promotor.
Esto es clave para demostrar tu compromiso y creencia en el proyecto y para generar confianza en la entidad financiera.
Última recomendación
A la hora de pedir financiación, sé realista y prudente. No incluyas inversiones innecesarias que inflen el préstamo sin sentido. Cuanto más ajustado esté el importe solicitado, más viable y sólida parecerá tu propuesta ante el banco. Y es que posiblemente no sea la primera solicitud que analicen ;)
Y es que saber cuánto dinero pedir al banco para emprender no es solo una cuestión numérica, es una decisión estratégica que puede marcar el futuro de tu empresa. Un estudio económico riguroso, con cifras justificadas y una exposición clara ante la entidad financiera, aumentará tus posibilidades de obtener la financiación que realmente necesitas.
