En Brisbane (Australia), existe una tienda que ha decidido cobrar 5$ a los potenciales clientes ‘sólo’ por entrar a mirar. Si finalmente el consumidor decide comprar algún artículo, se le descuenta los 5$ de la entrada a la hora de pagar.[pullquote]El showrooming consiste en ir a una tienda física para ver un producto y luego comprarlo a través de un portal online[/pullquote]
En Inglaterra, la tienda especialista de cámaras de vídeo Jessops ha estado obligada a cerrar el negocio por falta de venta. Tenía los mejores y más preparados comerciales. Había mucha gente que entraba a la tienda para informarse (y bien) del producto, pero que finalizaba la compra en amazon.uk. Mientras liquidan la tienda se exhibe un cartel irónico en el escaparate “The staff of Jessops would like to thank you for shopping with Amazon” (el personal de Jessops le quiere agradecer que haya comprado en Amazon).
La encuesta Euromonitor International Consumer Survey dice que los consumidores a día de hoy prefieren buscar información en el punto de venta a través de su Smartphone antes que preguntar a un dependiente. Esta diferencia es todavía mayor en países desarrollados como UK o Japón, donde la diferencia entre consultar en internet o preguntar a un vendedor de la tienda es tres veces mayor.
Existe una nueva realidad que está trayendo de cabeza a muchísimos distribuidores. Es lo que comúnmente se denomina showrooming. Consiste en ir a una tienda física para ver/palpar un producto y luego finalizar la compra a través de un portal online. La principal razón por la que un cliente hace showrooming es debido a que puede conseguir en internet mejores precios que en una tienda física, pero le interesa ver el producto en la realidad (no sólo a través de imágenes). Esto es posible debido a que las tiendas online tienen normalmente menores costes de estructura y necesitan márgenes más reducidos para poder vender de una manera rentable. Si además, este portal online se llama Amazon y goza de toda la credibilidad por parte de los consumidores, los argumentos que justifican comprar en una tienda física más caro son cada vez menores.
Fuente > Cinco Dias