Para los años 2011 y 2012, las tasas de variación del PIB serán positivas, con crecimientos del 1,8% y del 2,7%, respectivamente. Estas previsiones suponen una actualización del cuadro macroeconómico presentado en el Programa de Estabilidad del pasado mes de enero y tienen en cuenta las estimaciones anunciadas por los diferentes organismos internacionales y el empeoramiento de los indicadores económicos en el primer trimestre de 2009.
Esta estimación de caída del PIB del 3,6%, superior a la prevista por Bruselas (-3,2%), se basa en un fuerte retroceso del consumo privado (-4,1%), frente al avance del 2,9% que experimentará el consumo de las administraciones públicas este año. En total, la demanda nacional se contraerá un 6% este año, caída que se verá compensada parcialmente por el sector exterior, que aportará 2,4 puntos a la evolución del PIB.