Habitualmente nos planteamos si pagamos muchos o pocos impuestos, pero nada como un poco de dosis de realidad, como nos aportan desde El Confidencial, para darnos cuentas que la campaña electoral de cualquier partido no solo vale con promesas, sino con una buena gestión para que el siguiente paso para salir de la crisis sea bajar los impuestos.
Y es que, España lidera el tipo medio pagado para cualquier salario que consideremos, tanto si es bajo, medio o alto. Solo Brasil, un país cuyo salario medio es poco más de la tercera parte del español, se acerca en los salarios bajos y medios (que allí son medios y altos) a la imposición española.
Sorprende que en países con un estado social muy amplio como Francia o Alemania se pague mucho menos para cualquier salario que consideremos, y que un país como el Reino Unido, que ha sufrido bastantes recortes en su Estado social pero que aun así es mejor que el español, la imposición sobre el trabajo sea más o menos la mitad que la española. También podemos ver que en el caso español no hay una discriminación negativa hacia los salarios menores, como se observa en algunos países, sino que es la mayor para cualquier salario que consideremos.
En el gráfico vemos los tipos porcentuales pagados para determinados salarios en Alemania, Reino Unido, Francia, España y Brasil.
Normalmente las comparaciones que se pueden ver y que utilizan nuestros políticos se hacen empleando el salario medio, lo cual distorsiona los resultados a favor del mensaje que les interesa transmitir. El salario bruto medio español es inferior en un 35% al francés y británico y un 85% menor que el alemán. Es sumamente complicado hacer comparaciones directas, ya que España es un caso casi único por su nivel salarial a nivel mundial. Se encuentra en tierra de nadie entre los países ricos (Japón, EEUU, Canadá, Australia y toda la Europa del Norte) y una miríada de países de renta media (Brasil, México, Polonia, Chile…).
En Europa solo Italia es directamente comparable, siendo un país con unos impuestos sobre el trabajo también muy altos pero ligeramente menores que los españoles. También es un país famoso por sus altos niveles de corrupción.
Hay que señalar que no se puede defender que la tasación de los salarios debe ser igual sea cual sea el nivel de renta de un país, pues es evidente que un tipo del 25% puede ser razonable para un alemán que gane 75.000 euros al año pero altísimo para un brasileño que gane 15.000, que es el equivalente para el nivel salarial de Brasil.
El alemán se estará quitando de lo superfluo para contribuir a lo público, mientras que el brasileño se estará quitando de cosas básicas. También está claro que el brasileño que gana 15.000 tendrá que pagar más que el alemán que gana la misma cantidad (que sería un trabajador a tiempo parcial), pues si no no habrá recursos para financiar lo público, pero en el caso español la diferencia parece exageradísima, ya que el Estado social o los servicios públicos son mucho peores, en la mayoría de los aspectos, a los de la Europa rica.