El adhesivo original usado en los Post-It fue inventado en 1968 por Spencer Silver, un investigador de la compañía 3M. En realidad estaba buscando un nuevo adhesivo potente, pero encontró uno débil, al que no pudo encontrarle utilidad. Sólo en 1974, a un colega suyo, Arthur Fry, se le ocurrió usar aquel adhesivo para crear marcapáginas, mientras hojeaba un himnario del coro de su iglesia. Los primeros prototipos estuvieron disponibles en 1977, y en 1980-1981, después de una poderosa campaña publicitaria, el producto fue puesto a la venta en todo el mundo.
Este texto, extraído de la Wikipedia, nos da la medida de cómo funciona la innovación. No siempre tiene que ser algo relacionado con la TIC aunque estén fuertemente conectados. Puede que en lo más simple seas capaz de crear algo nuevo, que tenga éxito y que incremente el valor de lo anterior. En 3M se pensó que el problema era encontrar un pegamento resistente, pero después se vio que al crear un pegamento débil aparece un nuevo problema y es qué hacer con él. Y nadie esperaba encontrarse con esa utilidad. El pensamiento lineal nos diría «tira eso, no sirve para nada». El pensamiento lateral dice «¿y si…?».
Como emprendedor, debes ser un innovador constante y rodearte de personas creativas, comunicativas y trabajadoras, que sientan que esa vertiente de ideas fluye y es atendida. Por supuesto que no sean ajenos a todas las novedades TIC y a lo que pasa en Internet. Se acabo el empleado con estudios de postgrado que llega a un trabajo a creer que estará allí toda su vida y cuya fotografía de aportaciones y conocimientos actuales queda fijada en el momento de su contratación para siempre.
La vigilancia tecnológica y la innovación constante, deben ser figura clave en la creación de una empresa.