Hay muchas personas que si bien se consideran emprendedores todavía les falta algo para serlo. Cuando una persona está en este estado, que tiene la mente inquieta, que se le ocurrió un idea a la que no para de darle vueltas, pero sin más pruebas de su éxito que la intiución, se debe tener miedo a si mismo.
Y es que es en ese punto, cuando todavía se está intentando transformar la idea en un modelo rentable de negocio, es cuando una mala elección de seguir adelante nos puede meter en el callejón si salida de un negocio sin éxito.
Pues bien, he aquí tres señales para, si te encuentras en esta situación, sepas echarte para atrás o por lo menos replantearte las cosas antes de emprender a lo loco:
Primera señal: El entorno familiar
Tu entorno familiar y amistoso más cercano te empuja a emprender más de lo que tu necesitas o quieres, con frases como «si tu abrieras yo iria a tu tienda» o «que pena que no tengas el negocio todavía». Estas señales confusas, puede que te hagan abrir sin necesitarlo o antes de lo que verdaderamente tu quieres, cometiendo un gran error. Por muchas pruebas de concepto que hagas con tus allegados estas no sirven, ya que no representan en el mayor de los casos a tus clientes.
Segunda señal: Sólo tienes el producto
Se trata de aquellos emprendedores que por su profesión, su trayectoria o experiencia o sus habilidades, tienen entremanos un buen producto o servicio. Esta situación es un caso recurrente, ya que muchas personas tienen un producto pero no saben venderlo. Y es que en la mayoría de ocasiones, es más dificil venderlo que tener un buen producto o servicio, pues bien si no se dan las dos circunstancias, productos y ventas, píensatelo dos veces.
Esta segunda señal, tiene una derivada, y es que puede ser que de todo el proceso de tu porducto o servicio, solo sabes hacer una parte, pues si no encuentras colabodores o socios, olvídate. Es común ver a alguien que tiene un producto o un servicio, que por su naturaleza lo normal es que se venda por Internet o se sustente en páginas web y redes sociales y el promotor no tiene ni idea, olvídate también.
Tercera señal: El amor
El emprendedor en trance es el peor, es aquel enamorado de su idea, y como cualquier persona malenamorada, tiene una venda en los ojos, solo ve las bondades y no lo malo de su idea, si compara a su idea con otras la suya le parecerá la mejora aunque no lo sea, pudiendole llevar a defender lo indefendible incluso al fracaso y al mal de amores.
Foto > DHouse1985