Nick D’Aloisio tiene 17 años y 30 millones de dólares, es la estrella del momento gracias a la venta de Summly a Yahoo! pero hay otra cara de la moneda en esta transacción. Yahoo! podría haber contratado a un auténtico dolor de cabeza para los próximos 18 meses.
Gawker tiene cierta experiencia en el asunto. En 2011 Nick trataba de vender la historia de su compañía, entonces llamada Trimit, a varios medios de comunicación, entre ellos Gizmodo. D’Aloisio demostraba tener ya grandes dotes de vendedor. En realidad Trimit -y ahora Summly- no utilizaba una tecnología propia, sino que licencia la de otras empresas especializadas en análisis de lenguaje.
Pero esta tecnología no es perfecta. El resultado era -y es- un resumen de las noticias que no siempre se corresponde con lo más importante de un texto, como demuestra este ejemplo:
Al tratar de extraer las frases más importantes muchas veces Summly selecciona pasajes puramente subjetivos o que no ayudan a entender la historia.
Pero es muy probable que en Yahoo! ya conozcan esto, sobre todo si han pagado esa cantidad de dinero por la compañía. El dolor de cabeza viene por el propio D’Aloisio, que hace sólo dos años llegó a mandar más de 30 correos electrónicos seguidos al redactor Casey Chan pidiendo la publicación de Trimit en Gizmodo y pasando de la euforia al llanto en cada correo. D’Aloisio tenía entonces sólo 15 años, un hecho que trataba de ocultar y que hace más comprensible la inmadurez de sus mensajes para tratar de promocionar Trimit en la lista de aplicaciones de la semana. Gizmodo temporalmente, y dado el tono de sus mensajes, la puso dentro de las «peores apps», y luego decidió quitarla de cualquier lista. La maniobra no le sentó bien al emprendedor:
No puedo creerlo, por favor, pon la aplicación de nuevo en la lista, en cualquier sitio.
Voy a llorar, estoy tan desconsolado por esto. Por favor.
No te imaginas lo que significa no salir en esa lista. Vamos a ir a la quiebra y acabaré sin trabajo.
Por qué los has hecho? No puedo creer que esto esté pasando.
Por favor, Casey, estás destruyendo mi sustento.
Dos años dan para mucho, sobre todo cuando pasas de la adolescencia a la madurez. Es posible que el D’Aloisio de 17 años tenga poco que ver con el de 2011. Pero si no es así esos 30 millones y la exposición constante como «modelo» y «chico prodigio» acabarán pasando factura.
Fuente > Angel Jimenez de Luis en Gizmodo