Ser emprenderor es una vorágine que no necesariamente va ligada al hecho y al momento en que justamente se crea la empresa, es el antes, el durante, el después y quizá el siempre; en relación con esto Pau García Mila reflexiona en alto y nos trae la respuesta como podemos indentificar en el momento que somos emprendedores en función de su experiencia personal.[pullquote] Ser emprendedor es el antes de crear la empresa, el durante, el después y quizá el siempre[/pullquote]
Por lo tanto sabremos que somos emprendedores cuando cumplas cumples al menos 8 de los 9 puntos:
- Te despiertas los lunes con más ganas que nunca de ir a trabajar en lo que te apasiona, y el viernes tienes un punto de angustia pensando qué no has conseguido hacer que te planeabas el lunes.
- Escribes «trabajo» entre comillas porque para ti lo que haces te encanta, y no lo cambiarías fácilmente. «Si me gusta tanto, no lo puedo llamar trabajo…», piensas.
- Dejaste de contar las horas que le dedicas hace tiempo y cuanto te preguntan «¿Cuantas horas trabajas a la semana?» no sabes qué responder más allá de «todas las que puedo».
- No paras de ver oportunidades para hacer cosas nuevas, y te gustaría tener 10 vidas más (al más puro estilo de un videojuego) para hacerlas todas.
- No te da vergüenza sonreír y responder «¡¡Genial!!» cuando alguien te pregunta «¿Cómo estás?» independientemente de si tu idea evoluciona como desearías o no.
- Te preocupas de tener todas las baterías cargadas para cada viaje en tren o avión y así poder trabajar, incluso crees que es un plus de concentración el trabajar viajando porque hay menos distracciones.
- Nunca estás contento al 100% con el resultado de tu trabajo y siempre crees que se podría mejorar.
- Al quedarte sin batería, no paras de preguntarte si estarás recibiendo e-mails importantes y urgentes ese mismo momento.