«Hay elementos en la fiscalidad de las empresas que son manifiestamente mejorables». Así hablaba hace un año un alto cargo del Ministerio de Economía en un momento en que el Ejecutivo inició una propuesta de reforma del tributo que grava los beneficios empresariales.
El informe, que terminó en un cajón del ministerio, incluía una eliminación de exenciones y beneficios fiscales que se aplican, sobre todo, las grandes empresas y abogaba por simplificar el tributo.
Zapatero, que el próximo 19 de agosto anunciará una modificación del impuesto sobre sociedades para «mejorar» los ingresos, conoce bien las propuestas de Hacienda, que no oculta que su inquietud ante el hecho de que una empresa con mayor tamaño y beneficios que otra pueda aplicar tipos impositivos menores gracias a las múltiples deducciones y exenciones que contempla el impuesto. Sin embargo, fuentes tributarias indican que resulta complicado impulsar una reforma de calado a solo unosmeses de las elecciones.
El portavoz de la Organización de Inspectores de Hacienda, Francisco de la Torre, opina que la reforma debería haberse realizado el año pasado y advierte que un cambio profundo de la fiscalidad empresarial no tendría efectos recaudatorios para este año. Lo lógico, es que la hipotética reforma entré en vigor el primero de enero del próximo año y, por lo tanto, su efecto se notaría sobre todo en 2013, cuando se liquida el ejercicios fiscal de 2012.
Con todo, siempre queda la opción de modificar la normativa de los pagos fraccionados y de las devoluciones para elevar la recaudación a corto plazo. Aunque ello podría afectar a la seguridad jurídica de las empresas. Por otra parte, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, manifestó recientemente la necesidad de mejorar la gestión. Sin embargo, los expertos fiscales sostienen que ello resulta insuficiente ficiente para elevar los ingresos tal y como pide Zapatero. Fuentes tributarias rechazan la posibilidad de elevar el tipo nominal del 30% en el impuesto sobre sociedades, el cuarto más alto de la UE. Aunque no descartan que puedan establecerse nuevos tramos e, incluso, rebajar los tipos a las pymes a la vez que se limitan las exenciones en las grandes empresas. Esta medida encaja con el discurso que mantiene el PSOE.
La recaudación del impuesto sobre sociedades cayó entre 2007 y 2010 un 63,8%, un descenso muy superior a las estimaciones deHacienda, que en los últimos tres años ha errado en sus previsiones de ingresos del tributo que grava los beneficios empresariales. Fuentes tributarias reconocen que existe un problema «estructural». Parte de los descensos se debe a medias aprobadas por el propioGobierno y que también se han puesto en revisión. La más importante es la libertad de amortización, que permite a las empresas imputar el 100% de los gastos derivados de la compra de activos en unmismo ejercicio. Estamedida permite rebajar la factura tributaria. La posibilidad de compensar pérdidas de años anteriores también está lastrando la recaudación.
Sin embargo, las palabras de Zapatero suponen un cambio de rumbo de 180 grados. Desde que está en el poder ha subido todos los grandes impuestos -IRPF, IVA y especiales- y solo ha aplicado rebajas de peso en el impuesto sobre sociedades, el tributo que ahora, ameses de irse, aboga por reformar. Y si bien el FMI reclama un aumento del IVA, Zapatero descarta totalmente tal medida.
Fuente > Cinco Días
Tal vez una de las claves de la estrategia del crecimiento de China sea la influencia de Confucio. Aqui puede leer 10 artículos de Confucio sobre la economía.
http://elartedelaestrategia.blogspot.com/2011/08/los-10-articulos-de-confucio-sobre-la.html
Muy interesante, muchas gracias :)