Diez meses han pasado ya, 316 días desde que la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunciara que el Gobierno iba a posibilitar solicitar el 100% de la prestación de desempleo como pago único para poner en marcha un negocio, una opción que hasta ahora sólo disfrutaban los varones menores de 30 años y las mujeres que no habían alcanzado los 35.
En su momento la fórmula pensada era cambiar la normativa utilizando para este fin cualquier otro real decreto ley o mediante una enmienda que estuviera a punto de aprobarse intentando así acelerar su tramitación, cómo ya se ha hecho en otras ocasiones con otros cambios de cualquier otro ámbito, pero en esta ocasión todavía no ha terminado siendo así.
Con esto, la promesa todavía no se ha cumplido, aunque no se algo vital para los emprendedores, sería conveniente dos cosas, para cualquier Gobierno, por un lado, que no se anunciaran medidas en los medios de comunicación antes de tomarlas, genera mucha confusión, y por otro lado, que la gestión de estas cosas se hiciera más eficientemente, acorde a lo que se necesita, ya que normalmente estos anuncios tanto en el contenido de la medida como de la manera que se pone en práctica está bastante alejado de la realidad.
Si hacemos memoria, solo hay que pensar en la pobre gestión y los agravios generados con la tarifa plana para emprendedores. Asimismo, recordemos que el pago único es de las pocas medidas con las que cuenta el emprendedor, normalmente el que emprende por necesidad – no voy a hablar de eso hoy – , y que ya comentábamos que pueden correr malos tiempos para esta medida por las circunstancias actuales.
